¿Por qué debemos aprovechar el talento femenino para mejorar la competitividad empresarial en Perú?
A través de buenas prácticas de diversidad, las organizaciones tendrían un caudal de experiencias, antecedentes y perspectivas diversas para abordar los diferentes aspectos de la gestión, dice Beatrice Avolio, directora del Centro de la Mujer de Centrum PUCP.
En la búsqueda constante de mejorar la competitividad empresarial, las organizaciones deben reconocer la importancia de incorporar la diversidad y las políticas de género en su cultura organizacional. Es necesario que las empresas peruanas destaquen la importancia de abrazar la diversidad y la equidad de género en el entorno laboral como una ventaja competitiva clave.
Si bien hoy tenemos más participación en la fuerza laboral, según el último estudio de Centrum PUCP sobre la presencia femenina en puestos directivos de empresas de la Bolsa de Valores de Lima, en Perú solo existe un 12,8% de mujeres en cargos directivos de estas empresas. Estos resultados hacen suponer que aún falta mucho por recorrer e implementar al interior de las organizaciones referente a políticas que promuevan la equidad de género, incluso cuando muchas de ellas tienen entre sus pilares dicho valor.
En el mundo empresarial actual, sigue persistiendo la errónea percepción de que los roles de liderazgo son más adecuados para los hombres y las tareas administrativas o de apoyo encajan mejor en las mujeres. Las empresas olvidan que la diversidad y las políticas de género en la gestión del talento humano son motores poderosos que impulsan la competitividad y el éxito de las empresas. A través de buenas prácticas de diversidad, las organizaciones tendrían un caudal de experiencias, antecedentes y perspectivas diversas para abordar los diferentes aspectos de la gestión, lo que facilita la comprensión de las necesidades y preferencias de los clientes, dado que se evitan los sesgos y se logran soluciones más completas y objetivas.
Sin embargo, algunos sectores están empezando a notar los beneficios de adoptar políticas de igualdad de género, como las AFP y las financieras, las cuales tienen mayor un porcentaje de participación femenina en sus directorios (del 27% y 17%, respectivamente), según el mencionado estudio de Centrum PUCP.
Es vital entender que las buenas prácticas vinculadas a la diversidad y la promoción de la equidad de género fortalecen la posición competitiva de las organizaciones en escenarios internacionales. En ese sentido, al adoptar una mentalidad inclusiva y promover la igualdad de oportunidades, las organizaciones pueden potenciar la innovación, mejorar su imagen corporativa, atraer a mejores talentos y aumentar su productividad en todo aspecto. La diversidad no solo es un compromiso social, ni una tendencia en el mundo empresarial, sino una estrategia necesaria para alcanzar el máximo potencial empresarial en un entorno globalizado.
Fuente Forbes
