MCE CONSULTORES ASOCIADOS

Gestión Empresarial | Gestión de Personas | Sistemas Integrados de Gestión

¿Quién le teme a la inteligencia artificial?

¿Quién le teme a la inteligencia artificial?

La revolución de la IA nos ha puesto frente a una disyuntiva: eficiencia empresarial vs. generación de empleo. ¿Qué depara el futuro para la producción de bienes y servicios? ¿Están realmente preparadas las empresas para adoptar la inteligencia artificial y fomentar la innovación?

La implementación de inteligencia artificial (IA) en los procesos de innovación está en pañales, pero son muchas las posibilidades que abre. Los beneficios de las tecnologías de automatización han acelerado el entusiasmo de las empresas en Colombia para su aplicación en ciberseguridad, servicios en la nube, creación de contenido, chatbots, marketing, ventas y servicio al cliente. Todo ello con el fin de crear valor en sus productos y servicios.

La implementación de IA requiere inversión y personal altamente capacitado que debe adaptarse al ritmo exponencial de tecnología. Según McKinsey & Company, la inversión en IA llegó a US$104.000 millones en 2022 con una adopción del 80% en varias industrias como automotriz, agricultura, salud, finanzas y retail, entre otras.

El fenómeno de la IA está cambiando por completo la forma en que las empresas operan, compiten y toman decisiones en el siglo XXI. El Foro Económico Mundial (FEM) es optimista al predecir que para 2027 tres de cada cuatro empresas usarán IA, y que el 80% planea aumentar la automatización en sus procesos. 

Llama la atención que la estimación sea similar para Colombia, donde el futuro de la IA aún no está claro debido a desafíos en la conectividad. Fabrizio Carbone, líder de ventas de software en IBM para Latinoamérica, estima que una de cada cuatro empresas ya utilizaba IA en 2022, y ya había un 43% que planeaba utilizar la IA generativa en sus procesos diarios. A pesar de esto, sin una conexión estable en el país, la democratización de la IA para las empresas  —y las personas— podría quedar limitada a unos pocos.

Esto presenta brechas entre pequeñas, medianas y grandes empresas; depreciación de las habilidades digitales, y cambios en la generación de empleo. Luz Orfid Giraldo, directora de transformación digital de Riopaila Castilla, dice que “la mayor dificultad de estas tecnologías son las comunicaciones. Muchas de estas tecnologías leen la información, pero necesitan conectividad para que la información suba y podamos tener un análisis en tiempo real”. La compañía ya implementa la IA en dos áreas clave: mediciones de riego para la aplicación de fertilizantes y cartografía de los suelos, para facilitar la toma de decisiones.

Actualmente, la innovación empresarial con IA es uno de los factores para la competitividad empresarial, al cumplir con tareas en menos tiempo con mayor precisión y con datos. Atrás quedó la idea de que la IA sería exclusiva para tareas repetitivas y rutinarias, aunque los desafíos abundan.

La falta de recursos en cuanto al talento humano podría ser uno de los retos más grandes de un país como Colombia si se habla de la adopción de esta tecnología. Según Carbone, “hay mucha gente que va a tener que ser reentrenada, porque así como hay trabajos que están siendo reemplazados, hay otros donde se necesitan nuevos recursos y que empiezan a generar nuevas capacidades”.

EMPLEO: ¿MENOS ES MÁS?

Aunque la IA beneficia a las empresas al aumentar la productividad y la capacidad predictiva, también preocupa a los trabajadores por la posibilidad de perder empleos. Para el Instituto IBM para el Valor Empresarial (IBM IBV), la IA no reemplazará a las personas, pero quienes la aprovechen superarán a quienes no lo hagan. Por lo que se prevé que el avance de la IA cree 97 millones de puestos, aunque podría eliminar 85 millones para 2025.

En una investigación de Boston Consulting Group (BCG) el 36% de los encuestados mostró temor de perder su trabajo por la IA, mientras que el 86% planea capacitarse para enfrentar la era de la inteligencia artificial en el trabajo. Un panorama preocupante en la brecha de cualificaciones para quienes desconocen las herramientas actuales de la IA, es que solo el 14% de los empleados de primera línea ha recibido capacitación hasta ahora.

La IA podría reducir el empleo en Colombia, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ya que automatiza los trabajos cognitivos. Además, considera que “las empresas más pequeñas o las industrias sin acceso a las capacidades de la IA pueden tener dificultades para mantener el ritmo”, lo que conduciría a una consolidación de poder económico a favor de quienes pueden implementar la IA con eficacia.

La promesa es que se crearán millones de perfiles que beneficiarán a quienes se pongan al día con la IA. Según el Informe sobre el Futuro del Empleo 2023, estarían en demanda perfiles como especialista en AI y Machine Learning, especialista de Sostenibilidad, analista de inteligencia de negocios, analista de seguridad de la información. 

El trabajo con IA empezó hace ya muchos años en empresas que brindan servicios de computación e informática. IBM, por ejemplo, apuesta por Watson X, una plataforma de datos que utiliza la IA para educar a los trabajadores de muchas empresas sobre el uso de la inteligencia artificial generativa, mejorando sus habilidades actuales (upskilling) o adquirir nuevas (reskilling) y aumentando su competitividad en la empresa.

¿POR DÓNDE COMENZAR?

El IBM IBV indica que el 80% de los ejecutivos considera que la IA generativa cambiará las funciones y habilidades de los empleados, afectando principalmente a los de niveles inferiores. En ese sentido, el desafío es reorganizarse, regular y colaborar con las máquinas para producir valor empresarial. 

Alberto Samuel Yohai, presidente de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT), considera que “no se trata de hacer más de lo mismo con la inteligencia artificial si no, por el contrario, de que sea una herramienta que nos permita abrir los ojos y la mente”.

Según Science, la IA impulsa la productividad en las grandes empresas, pero los primeros adoptantes no ven mejoras, y se detecta un retraso de al menos tres años entre la adopción de la IA y los efectos en la productividad. Un aspecto que valora la paciencia en quienes se pongan la camiseta.

Carbone aconseja que las empresas deben empezar aplicando la IA con acciones concretas: “El primer paso es entender que el momento es ahora; el segundo es escoger un caso chico, identificar una necesidad puntual de la empresa que no sea muy complicada y utilizar la inteligencia artificial para resolverla, y el tercero es conseguir aliados que permitan ampliar la aplicabilidad de estas soluciones”.

El resultado dependerá de tener claro el objetivo propuesto, los métodos de recolección de información, análisis de datos, planes de acción, planificación, ejecución, evaluación de resultados e implementación de cambios. 

Cada inversión realizada en IA se convertirá en competitividad para el futuro.

Fuente Forbes

MCE CONSULTORES ASOCIADOS

Gestión Empresarial | Gestión de Personas | Sistemas Integrados de Gestión

Deja un comentario

Descubre más desde MCE CONSULTORES ASOCIADOS

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo