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Francois Pouzet, creador de contenido chileno, enfatiza que no es necesario tener un título universitario para comenzar a emprender.

Francois Pouzet, creador de contenido chileno, enfatiza que no es necesario tener un título universitario para comenzar a emprender.

Desde niño quiso emprender y, luego de varios intentos, logró cofundar una empresa; pero quiso ofrecer la información que le hubiese gustado que existiera cuando él quiso iniciar y se convirtió en un creador de contenido.

Cuando tenía 7 años, Francois Pouzet le vendía poemas a su abuelo. Era una forma de motivarlo a hacer negocios. “Tienes que tener algo propio, a mí me hubiese gustado hacer algo más con mi vida”, le decía su abuelo quien, al igual que toda su familia, había trabajado como empleado toda su vida. Eso le quedó muy grabado a este chileno -de padre francés y madre chilena- que tras estudiar ingeniería comercial y haber sido empleado por 7 años, ahora es cofundador de una empresa y creador de contenido con más de 300.000 seguidores en redes y 125.000 suscriptores en YouTube.

Para llegar a eso, pasó un camino de intentar y fracasar, varias veces, pero nunca olvidó las palabras de su abuelo y su propósito de emprender.

“En el 2005 no había mucha información de cómo emprender o partir un negocio, no estaban las redes sociales. Pensé que el camino era estudiar ingeniería comercial porque me entregaría las herramientas que necesitaba para crear negocios, y me di cuenta casi que inmediatamente que no, que sólo me serviría para insertarme en el mundo laboral”, cuenta Pouzet.

Tras vender poemas y juguetes en su niñez, su primer negocio oficial estuvo relacionado con el deporte. Pouzet fue atleta en el colegio y la universidad y decidió que vendería zapatillas de atletismo que le encargaba a su mejor amigo, quien vivía en Estados Unidos.

Ese fue su primer intento y luego decidió ser empleado. Durante 7 años trabajó en dos empresas de vinos, en el área de exportación, pero no se rindió con lo de emprender y volvió a intentarlo. A la par, creó una empresa de entrenamiento deportivo, que en su primer mes vendió más del millón de pesos chilenos, pero a largo plazo no resultó. “El principal aprendizaje que tuve de esas experiencias es que es imposible que te vaya bien si no le dedicas el 100% de tu tiempo a tu emprendimiento”, indica. Por eso, en 2018 renunció a su trabajo, pues había llegado otra oportunidad por desarrollar.

Ese año, su mejor amigo de la universidad le comentó una idea de un negocio que quería comenzar. Se trataba de unas cámaras de flotación, como piscinas con agua y mucha sal, que permitían flotar sin esfuerzo y servían para la recuperación muscular, el desarrollo mental, visualización deportiva, y meditación. “Como yo era deportista, mi amigo me comenta esta idea, que la estaba rompiendo en Estados Unidos, y me pareció espectacular; me dijo si quisiera que lo hiciéramos juntos y le dije: ‘Vamos’. Así, en diciembre de 2018, nació Float Chile.

“No considero que sea necesario un título universitario para emprender. Hoy hay una infinidad de programas, cursos online, redes que cuestan menos y con eso puedes iniciar tu negocio. Pero aún así, la universidad me dio muchas cosas, un título que me sirvió para encontrar un trabajo muy bueno que me permitió ahorrar y empezar mi primer negocio; mi socio actual, que era mi mejor amigo de la universidad; y una manera de pensar”, dice.

DE EMPRENDER A CREAR CONTENIDO

Y justo en este viaje al emprendimiento, Pouzet pidió consejos a otros que ya lo habían intentado con éxito y pensó: “¿por qué esto no está en YouTube? ¿por qué nadie lo hace? Ya tengo la experiencia, puedo sentarme con otro emprendedor a hablar de negocios y puede ser de valor para alguien que también quiera empezar”. Así que en 2020 -antes de la pandemia- abrió su canal de YouTube y sus redes en Instagram y TikTok y se enfocó en hacer preguntas para tener las respuestas que a él le hubiese gustado conocer antes de partir.

Él mismo instala las cámaras, graba, piensa y hace las preguntas, edita y saca los extractos para Instagram y TikTok. “Para mí la edición no es tan importante, es más importante el contenido de la entrevista, las palabras que se dicen. Si el contenido es bueno, va a funcionar”, resalta.

Tras un video viral sobre importación, decidió que impartiría cursos sobre esto con un total de 20 horas de contenido por un costo de 30.000 pesos chilenos y al que han accedido más de 17.000 personas.

Las redes no son lo que más dinero le da a Pouzet. Asegura que entre todos sus negocios el año pasado facturó aproximadamente 500.000 dólares, y sólo con las redes la cifra fue casi de 30.000 dólares. “Ser influencer me entretiene, pero no lo hago por la plata”, señala.

“El contenido que hago es el que me hubiese encantado que existiera cuando yo estaba en el colegio o en la universidad. Motiva a que puedes empezar un emprendimiento, es difícil, pero es posible. En mi canal de YouTube lo que yo busco es nivelar la cancha, que los consejos sean para todo el que los quiera escuchar y si no tienes la oportunidad de entrar a la universidad o no quieres, que sí tengas la oportunidad de ver contenido que te aporte muchísimo. Cada vez es más posible educarse en distintos temas de negocios de forma online y sin gastar una fortuna”, finaliza.

Fuente Forbes

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